¿Te autolideras?

El autoliderazgo es la capacidad de una persona para liderarse a sí misma y tomar decisiones de manera independiente, sin depender de otros líderes o terceras personas. Se trata de una habilidad esencial en cualquier ámbito laboral, ya que permite a las personas ser responsables de sus propias acciones y tener iniciativas para alcanzar sus objetivos.

El autoliderazgo incluye la capacidad de tener autoconfianza, autodisciplina, autocontrol y autoconocimiento. También implica tener una actitud proactiva y ser capaz de tomar decisiones y asumir responsabilidades sin esperar a que alguien te lo pida.

El autoliderazgo es una habilidad que puede ser aprendida y desarrollada a través del aprendizaje continuo, la reflexión y la práctica. Al desarrollar el autoliderazgo, las personas pueden ser más efectivas en su trabajo y en su vida personal, y también pueden ser más valiosas para su equipo u organización.

Características del autoliderazgo

1. Autoconfianza: la confianza en uno mismo es esencial para tomar decisiones y asumir responsabilidades de manera independiente.

2. Autodisciplina: es importante tener la disciplina necesaria para cumplir con tus metas y objetivos, y para hacer frente a los desafíos que se presenten.

3. Autocontrol: el autocontrol es la capacidad de controlar tus emociones y comportamientos para alcanzar tus objetivos.

4. Autoconocimiento: el autoconocimiento incluye ser consciente de tus fortalezas y debilidades, y tener una comprensión clara de tus valores y prioridades.

5. Proactividad: Tener iniciativa, anticiparse y no esperar a que surjan problemas o necesidades para actuar te permite ser más operativo, rápido y seguramente sufrirás menos.

6. Responsabilidad: el autoliderazgo implica asumir la responsabilidad de tus acciones y decisiones, y ser consecuente con lo que suceda en el camino hacia el alcance tus objetivos.

7. Colaboración: cuando nos comprendemos y nos autolideramos estamos mejor preparados para colaborar codo con codo con terceras personas. Lo haremos de una forma mucho más empática y generosa.

Ejemplos del autoliderazgo

A continuación, exponemos algunos ejemplos de autoliderazgo:

– Tomar iniciativas y asumir responsabilidades sin esperar a que alguien más lo haga: por ejemplo, proponer una idea innovadora en una reunión de equipo o tomar la iniciativa de organizar un evento para el departamento.

– Ser proactivo y tomar decisiones de manera independiente: un ejemplo es buscar soluciones a un problema sin esperar a que alguien más lo haga o tomar una decisión sobre un asunto sin depender de la opinión de otros.

– Tener autoconfianza y autodisciplina: por ejemplo, tener confianza en tus propias habilidades y en tu capacidad para llevar a cabo tareas y proyectos de manera efectiva, y tener la disciplina necesaria para cumplir con tus metas y objetivos.

– Tener autocontrol y autoconocimiento, es decir, ser consciente de tus fortalezas y debilidades, y tener la capacidad de controlar tus emociones y comportamientos para alcanzar tus objetivos.

Es importante destacar que el autoliderazgo no significa trabajar de manera aislada o sin tener en cuenta la opinión de los demás. Al contrario, implica trabajar de manera colaborativa y respetuosa con el equipo, pero tomando la iniciativa y asumiendo responsabilidades de manera independiente.

¿Quien debe trabajar especialmente el autoliderazgo?

Lo más importante es que el autoliderazgo no es exclusivo de ciertos trabajos o profesiones, sino que es una habilidad que puede ser desarrollada por cualquier persona en cualquier ámbito laboral o personal. De hecho, es deseable que todas las personas se lideren así mismas y sean capaces de tomar el control sobre su vida y sus decisiones, sin trasladar responsabilidades a terceros.

En el ámbito profesional, todos, de forma global, debemos trabajar el autoliderazgo, y, en particular las siguientes, por el trabajo que se desarrolla, por el impacto en terceras personas, o por la resiliencia necesaria para seguir el camino.

1. Emprendedores/as

Crear tu propio negocio y hacerlo crecer amerita autoliderarse, ser consciente de tus fortalezas y debilidades, comprenderte, tener compasión de ti mismo, ser capaz de buscar ayuda cuando la necesitas, autocontrolar tus impulsos, tomar distancia de tu idea, y responsabilizarte de todas las decisiones que tomas, unas veces más acertadas que otras…todo ello tiene que ver con la capacidad de autoliderarse.

2. Líderes de equipo, líderes organizativos, líderes sociales, CEOs, etc

Ser ejemplo a seguir para terceras personas, ser inspiración y gestionar equipos implica tener una gran responsabilidad sobre ti mismo, tus acciones, tus palabras, tus consejos. Estás en el foco de muchas miradas, y, es por ello, que el autoliderazgo y todo lo que conlleva es una habilidad necesaria a desarrollar de forma permanente. Lo que tu hagas, será la pauta que otros seguirán.

3. Profesionales independientes

Hoy hay muchos profesionales que trabajan de forma independiente, tales como abogados, consultores, coaches, asesores de diferente tipo, entre otros, autónomos en general. Todos ellos se lideran así mismos. No tienen jefes, pueden tener colaboradores, o partners, y, en su camino profesional, el autoliderazgo es clave para conseguir objetivos, ser resiliente, y, ser compasivo consigo mismos (algo a lo que no estamos acostumbrados ya que tendemos a flagelarnos más y a querernos mucho menos). Son grandes desconocidos y todos tenemos en mente a un montón de ellos y ellas que estoy segura de que se autolideran fenomenal.

4. Deportistas y artistas

Sería una extensión de lo anterior. Suelen ser carreras muy solitarias, en las que es necesario tener un gran autoconocimiento de sí mismos para superar todos los obstáculos que en sus carreras pueden tener. Los primeros serán consigo mismos, con aquellas creencias limitantes que tengan y que tendrán que superar. Trabajando el autoliderazgo será la forma en la que todas estas personas serán capaces de dar el doscientos por cien en sus diferentes desafíos.

Conclusión

En conclusión, el autoliderazgo es la capacidad de una persona para liderarse a sí misma, conocerse muy bien, controlar sus emociones, así como tomar decisiones de manera independiente y ser consecuente con el resultado de las mismas. Se trata de una habilidad esencial para la vida, personal y profesional.

Al desarrollar el autoliderazgo, las personas pueden ser más efectivas en su trabajo y en su vida personal, pueden tener relaciones más sanas con terceros y pueden ser más valiosas para su equipo u organización.

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